SU DULCE CONDENA

La cubana Mey Santamaría aún sonríe cada vez que recuerda aquella noche del pasado 10 de marzo. Y es que después de una intensa relación con el periodista argentino, Gustavo Battaglia, sin duda, llegar al matrimonio ha sido uno de los pasos más importantes que ha dado en su vida.

La Iglesia Nuestra Señora de los Dolores, de Mendoza, fue la escogida por esta pareja para sellar, frente a unas 250 personas, el profundo amor que ambos se profesan. Una relación que comenzó hace tres años a raíz de un trabajo en conjunto y que con el tiempo se transformó desde una linda amistad, al romance que hoy los llevó hasta el altar.

¿Qué es lo que más destacarías de tu fiesta de matrimonio?:

Aunque obviamente extrañé a algunas personas, creo que fue una celebración que vivimos todos tan a full, con tanta alegría y espontaneidad, que creo que pocas veces es posible encontrar.

¿Te pasó alguna anécdota divertida, como tal vez enredarte con la cola de tu vestido?:

¡Sí!, y aunque la cola no era muy larga y era lo suficientemente cómoda para bailar sin ningún problema, como que a todo el mundo le dio por querer tocarla. Eso, hasta que llegó mi prima y me la empezó a enrollar por uno de los tirantes, entonces de repente siento un fresquito y ¡claro!, estaba con todo el vestido levantado en plena pista de baile...